Tus remeros te llevaron por los mares inmensos,
en alta mar el viento del este te hizo pedazos.
El día de tu naufragio
se hundirán en el fondo del mar
tu riqueza, tu mercancía y tus productos,
tus marineros y tus timoneles,
los que reparan tus naves y tus comerciantes,
tus soldados y toda tu tripulación.
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