domingo, 20 de junio de 2010

Jeremías 13: El cinturón de lino

Este pueblo malvado, que se niega a obedecerme, que sigue la terquedad de su corazón y va tras otros dioses para servirlos y adorarlos, será como este cinturón, que no sirve para nada. Porque así como el cinturón se ajusta a la cintura del hombre, así procuré que todo el pueblo de Israel y toda la tribu de Judá se ajustaran a mí —afirma el Señor— para que fueran mi pueblo y mi renombre, mi honor y mi gloria. ¡Pero no obedecieron!

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