¿Acaso ustedes, gobernantes, actúan con justicia,
y juzgan con rectitud a los seres humanos?
Al contrario, con la mente traman injusticia,
y la violencia de sus manos se desata en el país.
Los malvados se pervierten desde que nacen;
desde el vientre materno se desvían los mentirosos.
Su veneno es como el de las serpientes,
como el de una cobra que se hace la sorda
para no escuchar la música del mago,
del diestro en encantamientos.
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