En aquel día el Señor Todopoderoso
será una hermosa corona,
una diadema gloriosa
para el remanente de su pueblo.
Él infundirá espíritu de justicia
al que se sienta en el tribunal,
y valor a los que rechazan
los asaltos a la puerta.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario