Increpa al mar y lo seca;
hace que todos los ríos se evaporen.
Los montes Basán y Carmelo pierden su lozanía;
el verdor del Líbano se marchita.
Ante él tiemblan las montañas
y se desmoronan las colinas.
Ante él se agita la tierra,
el mundo y cuanto en él habita.
¿Quién podrá enfrentarse a su indignación?
¿Quién resistirá el ardor de su ira?
Su furor se derrama como fuego;
ante él se resquebrajan las rocas.
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